Por “amor a la camiseta” Ivonne Ortega se inscribió en el proceso interno para dirigir al PRI, periodo 2019-2023. A finales de agosto “el pueblo sabio” le dirá si sí, o si no.
La ex gobernadora de Yucatán cree que refundado la organización política que alguna vez dirigieron Andrés Manuel López Obrador (en Tabasco) y Porfirio Muñoz Ledo (a nivel nacional) con la colaboración de Cuauhtémoc Cárdenas y un buen número de neo morenistas volverá a ser opción política.
Para cumplir su propósito, la señora Ortega deberá vencer en las urnas a Alejandro Moreno, “ale”, “alito”, “amlito”, gobernador con licencia de Campeche, allegado, por cierto, al presidente Andrés Manuel López Obrador, al ex presidente Enrique Peña Nieto y a más de un mandatario integrante de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO).
También aspiran a dirigir el Partido Revolucionario Institucional el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien por no cumplir con los requisitos está impedido para participar en la contienda que se avecina. Lorena Piñón Rivera aparece igualmente como aspirante.
En otro tiempo lo intentó José Narro Robles, ex rector de la UNAM y ex titular de Salud, pero tiró la toalla ante la posibilidad de que el tricolor se convirtiera en “partido satélite” de Morena con “Amlito” a la cabeza.
Todos Unidos contra Moreno (TUCOM) y de paso o principalmente, contra MORENA.
La debacle tricolor comenzó en 1994, tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana B. C. y alcanzó su punto máximo en los comicios del año pasado, cuando perdió todo (congreso federal y de los estados, gubernaturas, municipios, alcaldías).
Tan grande fue su derrota que, en algunas entidades, ni figuró.
Si bien desde los años 80 perdía votos de manera considerable, el fin del régimen se materializó en los años 2000 (Vicente Fox) y 2006 (Felipe Calderón).
En 2012 Enrique Peña Nieto le dio respiración “de boca a boca” pero en 2018 MORENA-López Obrador lo dejó sin aliento.
La bandera de paz, democracia y justicia social que los priistas enarbolaron durante décadas ¿desaparecerá para siempre?
¿Será fiel de la balanza en presidencialismo actual?
Tras la contienda por el liderazgo, ¿reaparecerá la “sana distancia” entre el viejo PRI, el que milita ahora en MORENA y el “Moreno” de Campeche?