Las mujeres de Beltrones

Al coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, ya le gustó la estrategia de utilizar a las mujeres de comparsa en medio de los enfrentamientos entre diputados.

Y tal y como lo hizo en la toma de protesta del presidente Enrique Peña Nieto, cuando instruyó un plan, a todas luces exquisito de una política sutil pero no por ello menos maquiavélica, las mujeres diputadas formaron vaya al pie de la tribuna para impedir el paso al pódium.

En esta ocasión, en que la discusión del dictamen para crear la Ley de Pensión Universal y Seguro del Desempleo prendió los ánimos; el sonorense no llamó al orden, sino que hizo subir a las diputadas priistas a resguardar la tribuna y copar a sus homólogas que hablaron en contra del dictamen.

Mientras tanto, los diputados del tricolor hicieron el trabajo rudo de forcejear con los más aferrados en la protesta, a saber Manuel Ladrón de Guevara del PT y Alfonso Durazo de MC; hasta arrebatarles las dos mantas que exhibieron en las que se leía: #EPN traidor a la patria y EPN otra vez mentiste, le robas el derecho de la vivienda a los trabajadores. Morena la esperanza de México”.

Mantas que no sólo los diputados del tricolor hicieron trizas, sino hasta el secretario particular de Beltrones Rivera, quien participó en el zafarrancho, a pesar de no ser legislador. Acción instruida por el coordinador priista violatoria de la ley; pues la lucha en el legislativo es entre pares.

En la escena, el líder priista mostró un autoritarismo que la ley no permite entre pares, coartó la libertad de manifestarse de los diputados que se expresaron en contra de una ley que carga el costo de las pensiones y el seguro de desempleo a los trabajadores.

A ello podemos sumar un antecedente negro del diputado en cuestión; a quien se le descubrió que votaba sin estar en la sala del pleno.

Privilegios –fuera de la ley—de los que goza en San Lázaro el ex gobernador de Sonora, hacedor de leyes y mano dura en el Congreso.

Panistas al grito de guerra

El senador Ernesto Cordero tiene poco capital político para ganar la dirigencia nacional del PAN. No obstante ha estado haciendo su lucha por lograr adeptos en todas las entidades. Ahí están en Sonora un David Figueroa que se muestra una vez más, ingenuo ante las escasas posibilidades del legislador de dirigir los destinos del albiazul.

Los golpes entre los contendientes han sido duros y hasta en los bajos, no sólo porque la lucha va en serio, sino porque no hay afinidad alguna entre ambos grupos, a pesar de ser parte de un mismo partido. La unidad no es posible ante la disparidad de intereses y visiones.

El panorama es que en el PAN las simpatías no favorecen a Ernesto Cordero, quien forma parte de los neo-panistas, arribistas que no han aportado nada positivo a la alternancia que no sea una descomposición social y microeconomía devastada, corrupción más allá de los límites que ya habían tocado los priistas.

Los números muestran una clara tendencia a favor de Gustavo Madero. Del padrón panista de 200 mil afiliados, 100 mil firmaron su respaldo al coahuilense; y 20 mil lo han hecho por Cordero. Además, una muestra clara del peso que aún tiene Madero es el apoyo de los gobernadores, que se hicieron presentes en su registro. Guillermo Padrés de Sonora; “Kiko” Vega de Baja California y Rafael Moreno Valle de Puebla.

Al parecer no es difícil saber quien dirigirá al PAN durante el sexenio de Enrique Peña Nieto; otro buen aliado de Madero.

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