Museo Comunitario de Antropología e Historia de Jacona Museo Comunitario de Antropología e Historia de Jacona

17:34:13 / 19/07/2019

Autor:

 

Investigación de: Arturo CEJA ARELLANO

​En el Museo Comunitario de Antropología e Historia de Jacona, se exhiben 3 mil 273 piezas que han sido localizadas y tienen su origen en la región de El Opeño, donde se encuentran las “tumbas de tiro”, en el cerro Curutarán, Tamándaro, Puerto de Lucas, Lago de Orandino, Rancho Nuevo, El Nopalito, predio La Chera de Zamora, comunidad de Colongo, Tangancícuaro; pertenecientes también a las civilizaciones de Teotihuacán, Mezcala, Tula, Jalisco, Chupícuaro, Zináparo, Tarecuato, Yucatán, Nayarit, entre otras.

​Se encuentra ubicado en el centro de la ciudad, justo en el pasillo de la parte antigua del Palacio Municipal, construido en el año de 1862 por el padre José Antonio Plancarte y La Bastida.

​El museo inició su actividad en el año de 1971, con motivo de la primera Feria de la Fresa organizada por el padre Luis Gustavo Franco, el alcalde Martín Rodríguez Murillo y la Comunidad Agraria, cuando el señor Francisco García Guzmán, donó las primeras 55 piezas que fueron exhibidas por primera vez desde su localización en 1936, en las tumbas del Opeño; fungió como primer encargado del museo, el señor Javier Barrera Hernández, cuando fue instalado en las instalación de la Unión Regional de Productores de Fresa y Hortalizas, ubicada en Zaragoza oriente.

​Posteriormente, el profesor José Antonio Lira, donó un total de Mil 500 piezas, por lo que hubo necesidad de trasladarlas a una sala del palacio municipal, de donde fueron llevadas a las instalaciones del DIF Municipal, donde duró poco tiempo, toda vez que fueron regresadas al palacio municipal hace 9 años, permaneciendo aquí desde la fecha, con el aval del Instituto Mexicano de Antropología e Historia.

​A Francisco García Guzmán y José Antonio Lira, se le han sumado donadores en pequeña cantidad de piezas como: doctor Alfonso Cabrera Mozqueda, Josefina Gaytán de Cabrera, licenciado Erandi Espinoza Martínez, ingeniero Martín Espinoza Vidales, José Luis García Sánchez, Víctor Manuel Covarrubias, Javier Hernández Cabrera y Luis Aguilar.

​La mayoría de las piezas fueron fabricadas de obsidiana, hueso, piedra, así como de barro moldeado, modelado y pulido en el Occidente de México, Cuencas Lacustres de Nayarit, Jalisco, Michoacán y Guanajuato. Son de filiación cronológica prehispánica y su antigüedad data de los 3 mil 500 años antes de Cristo, constituyéndose como la civilización más antigua de Mesoamérica.

​El cerro Curutarán, ubicado hacia el sureste del municipio de Jacona, encontró el origen de su nombre por ser “el lugar de encuentro donde los dioses jugaban pelota”; existen allí vestigios de pinturas rupestres y petroglifos.

​Fue en las tumbas de El Opeño donde fue encontrada por arqueólogos del INAH, la colección denominada “Jugadores de Pelota”, que ha recorrido el mundo; fue exhibida durante del desarrollo de los Juegos Olímpicos de Barcelona, España. Actualmente se encuentran en el Museo de Antropología e Historia de la ciudad de México.

​En el Museo de la ciudad de Morelia, se exhiben también importantes piezas localizadas en las Tumbas de El Opeño, así como en el Cerro Curutarán.

​El de Jacona, es visitado por personas procedentes de Estados Unidos, Colombia, España, Japón, así como de la ciudad de México, Estado de México, Puebla, Veracruz, Jalisco, Nayarit, otros Estados de la República Mexicana y municipios de la región.