Se aproxima el concierto de la Sinfónica de Michoacán
19:00:51 / 12/05/2011
Autor: Redacción
La Orquesta Sinfónica de Michoacán (OSIDEM), ofrecerá este viernes por la noche su segundo concierto de la temporada Primavera-Verano, que se enmarca en la celebración del 50 aniversario de su fundación.
El director artístico de la orquesta, Juan Manuel Arpero, ha preparado un programa con un marcado aire del siglo XIX, integrado por la “Obertura Rienzi”, de Richard Wagner (181331883), Intermezzo de la ópera “Atzimba”, de Ricardo Castro (1864-1907) y “Pieza para Orquesta”, de Silvestre Revueltas (1899-1940).
Para la segunda mitad, la OSIDEM interpretará la Suite del Ballet de “El Lago de los Cisnes”, de Piotr Ilyich Tchaikosky (1840-1893).
Las notas al programa de Adrián Cruz Pineda, refieren a grandes rasgos algunas características y el contexto de la música que será interpretada por la OSIDEM bajo la batuta de Arpero Ramírez:
Obertura de Rienzi
Entre los primeros triunfos de Wagner en Dresde, se encuentran Rienzi, El Holandés Errante y Tannhäuser. La ópera de Rienzi fue escrita hacia 1840, y fue inspirada por la novela del escritor inglés Bulwer-Lytton sobre “Cola di Rienzi”, el tribuno romano del siglo XIV que incitó al pueblo romano a destruir el poder de los nobles y que pereció en un levantamiento popular. Rienzi representa la última obra de la época de aprendizaje del compositor, y es algo así como una síntesis monumental de todas las influencias que absorbió antes de asumir su propia personalidad. Compuesta en la época en que Wagner quería triunfar en París, el estilo predominante de Rienzi es lógicamente el de la ópera francesa (Hans von Bülow, con su habitual ironía, dijo que era la mejor ópera de Meyerbeer), y en ella abundan los elementos de gran espectáculo: el ballet, los coros de masas, las escenas de lucha, un incendio, etcétera. La obertura, compuesta poco antes de que la ópera se estrenara con enorme éxito –en Dresde, en 1842- agrupa algunos temas de la ópera –toques de trompeta, la plegaria de Rienzi en el acto V, el llamado a las armas del acto III, un coro de romanos- en un gran potpourri sinfónico que aún no ha perdido su efectividad en las salas de concierto.
Intermezzo de la ópera “Atzimba”
Ricardo Castro fue uno de los compositores mexicanos más distinguidos y probablemente el mejor pianista mexicano de su generación musical. Nació en Durango, y en la capital estudió con Melesio Morales y Julio Ituarte. De 1903 a 1906 vivió en Europa, en donde dio conciertos y presentó varias obras suyas con éxito considerable. A su regreso fue nombrado director del Conservatorio Nacional, pero su muerte prematura cortó inesperadamente su brillante y aún prometedora carrera. La ópera Atzimba, cuyo argumento se basa en sucesos ocurridos durante la conquista española de Michoacán, fue estrenada en noviembre de 1900 en la ciudad de México.
Pieza para Orquesta
Es considerado el más influyente compositor de nacionalidad mexicana, por el alcance y originalidad de su música de cámara y de ciertas obras que se han vuelto una parte muy importante del repertorio orquestal. Estas obras, notablemente son interpretadas, sobre toda Latinoamérica. La música de Revueltas ha despertado el interés musicológico internacional, fenómeno que se observó sólo hasta 50 años después de su muerte. Las diferentes investigaciones están perfilando a un compositor cuya importancia lo coloca dentro de las creaciones más originales de la música del siglo XX
El lago de los cisnes, suite de ballet
En 1875, Tchaikovsky comunicó a un colega que había aceptado de la dirección de la Ópera de Moscú el encargo de componer música para un ballet llamado El lago de los cisnes, inspirado en un poema de Pushkin. Había aceptado en parte porque necesitaba dinero, pero también, según sus propias palabras, porque siempre había tenido el deseo de probar su talento en esa clase de música. Sin embargo, algunos musicólogos dicen que la idea que inspiró esta obra proviene de un entretenimiento familiar que Tchaikovsky inventó para sus sobrinas en su finca de Kamenka, Ucrania, con unos cisnes de juguete fabricados en madera. La historia de Odette, transformada en cisne por el malvado mago Von Rothbart, y su trágico amor por el crédulo príncipe Siegfried, no fue desarrollada en profundidad hasta 1875, cuatro años después de esa puesta en escena amateur, animada en esta ocasión por el manager y el bailarín principal del ballet Bolshoi. El nivel de la producción del estreno, en 1877, no fue muy elevado: la coreografía era pobre, los decorados y disfraces, viejos y la interpretación de la orquesta pésima. Ni el coreógrafo ni el director de orquesta estuvieron a su altura. Finalmente, el primer ballet completo escrito por Tchaikovsky triunfó en una nueva producción coreografiada por Marius Petipa dos años después de la muerte del compositor. El drama amplió las posibilidades de escritura para Tchaikovsky e inauguró una nueva dimensión del ballet en su forma escénico-musical. Por increíble que nos pueda parecer ahora, la música que Tchaikovsky escribió rebasó en mucho los moldes en que se movía el ballet ruso de aquel tiempo. El ballet completo consiste de cuatro actos y más de 30 números.
La cita es este viernes 13 de mayo en el Teatro Ocampo a las 20:30 horas, con entrada libre. |