Recortes
19:27:39 / 06/12/2010
Autor: Redacción
Ya está en el Congreso de la Unión una iniciativa enviada por el presidente de la República, mediante la que se pretende modificar la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y a la Ley de Ascensos y Recompensas de ambos institutos armados y que tiene como propósito aumentar el número de efectivos militares que "puedan hacer frente a situaciones de emergencia", según se indica en la exposición de motivos de la propuesta del Ejecutivo federal.
El cambio permitiría al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional disponer del personal que realiza servicios administrativos y profesionales para integrarlo al combate al crimen organizado.
Se señala que la intención es permitir que el titular de la Sedena pueda reclasificar de manera rápida al personal de servicios –médicos cirujanos, dentistas, veterinarios, ingenieros, arquitectos, meteorólogos, y contadores públicos, entre otros– a la "clase de armas", es decir, a tareas militares. La iniciativa fue turnada ayer a la Comisión de Defensa del Senado, y provocó preocupación entre los legisladores.
El “jefe máximo de las fuerzas armadas”, como le gusta que le llamen, está empecinado en militarizar al país en un camino que parece conducir a una dictadura, al menos así ha ocurrido en otros países.
La exacerbada fijación militar de Felipe Calderón ha ido incrementándose paulatinamente conforme avanza su ejercicio de gobierno y esto no nos puede llevar a nada bueno.
Lo primero que hizo fue sacar al ejército a las calles, una acción que fue aparentemente motivada por la ineficacia de las corporaciones policiacas responsables de cuidar la seguridad interna del país.
Es decir, en lugar de resolver el problema que plantaba una policía federal y una procuración de justicia infiltradas por el crimen organizado, Felipe Calderón prefirió darle la vuelta y usar a las fuerzas castrenses sin que hasta ahora se perciba una disminución ostensible de las actividades delictivas.
Las mediciones de seguridad pública no hablan de un cambio en las condiciones de seguridad que teníamos hace seis años, por lo que la “guerra” de Calderón, además de costosa, ha resultado ineficiente.
Ahora, con la nueva iniciativa se pretende modificar de fondo un proceso de formación militar reconocido históricamente como eficiente. En el ámbito internacional se sigue reconociendo a la administración lineal o militar como la más efectiva y eso se debe en mucho al alto grado de especialización de sus miembros y a un riguroso sistema de selección de aspirantes.
Para orientar un poco sobre la locura que pretende hacer Calderón, revisemos los perfiles psicológicos. Para cada una de las áreas que tiene el ejército, se establecen perfiles psicológicos diferentes, dependiendo de las necesidades del propio servicio y así tenemos como ejemplo que para quienes quieren ingresar a la Escuela Militar de Medicina, se busca un perfil de personas dispuestas a sacrificarse por salvar la vida de otros. Por el contrario, quien pretende ingresar a las fuerzas especiales, deberá encuadrar en un perfil con alto grado de agresividad y sin trabas emocionales para privar de la vida a otro.
De acuerdo con los tratados internacionales, los médicos militares están obligados inclusive, a salvar la vida de los enemigos tomados prisioneros, a los que les deben brindar atención médica suficiente para preservarles la existencia. Por el contrario, los soldados de de “arma” están entrenados para aniquilar al enemigo, esa es su misión.
Son perfiles, son procesos de formación y son misiones totalmente disímbolas, las que ahora pretende mezclar el presidente.
Una cosa es que los militares enlistados en las ramas catalogadas como “servicios” estén entrenados en el uso de las armas y presten servicios de vigilancia para preservar las instalaciones militares donde ellos laboran y otra cosa muy diferente sería sacarlos a las calles para enfrentar a la delincuencia organizada.
No es ese su perfil, no es esa su formación y no es esa su misión.
Con estas acciones, Felipe Calderón Hinojosa demuestra una vez más que se está acercando mucho a lo que los abogados llaman estado de interdicción, porque es muy cuestionable su capacidad para tomar decisiones coherentes con la realidad.
En el país de Calderón hay empleo y crecimiento económico, pero eso sólo lo ve el, porque para la mayoría de los mexicanos la situación económica sigue siendo muy grave, al margen de los problemas de inseguridad pública. Cuando alguien ve cosas que los demás no, regularmente se le diagnostica como esquizofrénico ¡Aguas! |