Crisis de derechos humanos y de credibilidad desde la alternancia en el poder Crisis de derechos humanos y de credibilidad desde la alternancia en el poder

19:55:20 / 03/11/2014

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Aunada a la crisis de los Derechos Humanos que se vive en México, ha ido en aumento la crisis de credibilidad hacia las autoridades del gobierno.



El arranque visible de esta crisis que se agudiza en nuestros días se observa con cierta claridad desde la Alternancia en el poder con el ascenso del PAN al gobierno de la República hace 15 años.



Entonces el líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Loera (El Chapo Guzmán), se fugó de un penal de máxima seguridad durante el gobierno de Vicente Fox, en cuyo sexenio recomenzó el desarrollo del imperio de las drogas del sinaloense.



Con el relevo en el 2006 y el triunfo de Felipe Calderón a la presidencia de la República, el panista dio continuidad al respaldo del cártel de Sinaloa. Para ello, declaró la Guerra contra el Narco. Una guerra no para el combate de los cárteles sino para la protección de un cártel y la eliminación del resto de los cárteles en México.



Entonces las muertes masivas y sumarias se volvieron el pan de cada día, y la saña en la tortura y matanza de las víctimas, mostró la descomposición de la sociedad y la vulnerabilidad de los derechos elementales del ser humano: la vida y tranquilidad para trabajar en paz.



La periodista Lydia Cacho escribió Los señores del Narco, donde hiló hechos que la llevaron a concluir la intervención del gobierno federal: los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, en la liberación del Chapo Guzmán, primero y el posterior desarrollo del cártel de Sinaloa.



Una misma esencia se volvieron entonces el crimen organizado de las drogas (marihuana y metanfetaminas sobre todo) y las autoridades en los tres niveles de gobierno.



Así como el sector empresarial pasó a ser parte de los funcionarios públicos, durante el panismo; los señores del narco también pasaron a gobernar, en Michoacán estalló el primer cuete en este aspecto.



Hace una década se levantaron voces que cuestionaron el destino de miles de miembros del ejército que desertaron sin causa aparente; hacia dónde van y a qué se dedican fue la pregunta entonces, pues se afianzó, sin causa aparente, la industria del secuestro y se desarrolló la producción de la droga sintética en nuestro país.



La crisis de los derechos humanos está aparejada a la crisis de credibilidad hacia las autoridades. Porque nadie creemos que el crimen organizado y la impunidad de la que goza, se registre sin el auspicio de las autoridades. No podría ser posible.



Con el regreso del PRI a la presidencia de la República, la cloaca se ha abierto, y en este negocio de las drogas, la narco-política y los asesinatos masivos y a políticos, ha quedado de manifiesto que las tres fuerzas políticas mayores de México: PRI, PAN y PRD están involucradas. Las razones de su involucramiento son lo de menos ahora.



Lo que importa de verdad es el vacío que deja la falta de confianza en las autoridades y con ello, la ingobernabilidad en la corre el riesgo de caer México, ante la ineficacia del gobierno federal en los casos de Iguala y Tlatlaya.