Ensayo Sobre la Ceguera Ensayo Sobre la Ceguera

14:56:35 / 27/04/2024

Autor: Redacción

 

Ensayo Sobre la Ceguera

Por Juan Pérez Medina.

Estoy volviendo a leer esta extraordinaria novela del portugués y premio nobel de literatura
José Saramago. La tomé del estante por el momento político que estamos pasando. “Ensayo
sobre la ceguera”es una historia sobre la ceguera de la clase política ante un hecho que los
descalifica y pone en entredicho su forma de legitimación: el sistema electoral.
En un municipio o provincia equis, el proceso electoral ha iniciado. Los partidos políticos
nombran a sus candidatos e inician la campaña ante los electores para intentar ganarse su
voluntad. Llenan las calles de espectaculares y pintas en las bardas. Los vehículos del
transporte del servicio público cargan sus imágenes por todas las rutas. Cuando encendías
la radio de tu vehículo, lo primero que escuchabas era el spot de alguno de ellos hablándote
de lo que pretendía hacer. Lo mismo que ya habías escuchado en anteriores contiendas. La
novedad era que no había novedad, salvo un notorio mayos descaro.
Sin sobresaltos transcurrió el proceso electoral y se vino el día de la elección. El órgano
responsable de llevarlo a cabo instaló las casillas de votación muy temprano y comenzó a
desahogar las filas llenas de ciudadanos madrugadores. Durante el día, el ejercicio de
votación transcurrió en calma. La gente salió a votar como era la costumbre. En los centros
de votación se pudo constatar que la afluencia era como de costumbre y, se podría decir
que con la afluencia de otros años.
Los dirigentes de los partidos políticos y los candidatos fueron asediados a la hora de acudir
a votar. Dejaron que los medios de comunicación, como siempre atentos al show, les
tomarán una fotografía en el momento y les hicieran las preguntas trilladas de siempre, las
cuales respondieron en los mismos términos de siempre. No había novedad. Se auguraba
una jornada en calma y sin sorpresas.
Cuando comenzaron a cerrar las casillas, el responsable del órgano electoral salió a brindar
una conferencia de prensa ante los medios locales, regionales y nacionales, sobre lo
ocurrido ese día, anunciando que había sido una jornada ciudadana ejemplar y que la
afluencia de ciudadanos en las urnas había mantenido el porcentaje de participación
promedio en relación con otras jornadas anteriores, felicitando al electorado por su
asistencia y comportamiento. “Pequeños incidentes en cinco de las más de mil doscientos
centros de votación instalados no ensombrecen en lo más mínimo la jornada electoral.
Luego reconoció a los partidos políticos y, sobre todo, a sus candidatos por la forma
ejemplar en que se habían conducido durante todo el proceso, apegándose siempre a las
normas electorales, en un proceso electoral ejemplar, cuyos resultados serán, a todas luces
incuestionables. Cerrando para anunciar que a las 20 horas de ese mismo día se habrían de anunciar las tendencias de los resultados y, a las doce de la noche se tendría ya una
tendencia definitiva.
La conferencia informativa se observó en los medios y circuló de inmediato en las redes.
Todo transcurría, hasta ese momento de forma normal. Pero cuando el centro electoral
comenzó a recibir los primeros paquetes electorales y se abrió el primero para obtener las
actas de escrutinio, iniciándose con ello el conteo de los primeros resultados contenidos
en él; para todos los ahí presentes (órganos informativos, trabajadores encargados de abrir
y hacer el conteo de los votos contenidos en las actas, autoridades del instituto electoral y
representantes de los partidos), se sorprendieron al encontrar en cero la suma de votos
obtenidos por cada uno de los candidatos. Inquietos, acordaron abrir el paquete que
contenía las boletas de votación y constataron que, efectivamente, en ese centro de
votación todos los ciudadanos dejaron su boleta en blanco. No anularon su voto, sólo no
votaron por nadie.
Consideraron, con cierta inquietud, que el hallazgo era fortuito y que no podría repetirse en
los demás paquetes que ya iban llegando a la central electoral. Se apresuraron a abrir el
siguiente y, para una nueva sorpresa, se encontraron conque el conteo en el acta había
cerrado a las 18:12 del día, con cero votos para cada candidato. El malestar se notaba en
los representantes de los partidos y la sorpresa apenas burlona de los trabajadores y, sobre
todo de los representantes de los medios. Dos paquetes en las mismas condiciones, podría
no ser ya un accidente y, presurosos abrieron un tercer paquete, y un cuarto y un quinto y un
sexto y el resultado seguía siendo el mismo: las boletas estaban en blanco.
Los representantes de los partidos informaron a sus dirigentes y a los candidatos que
observaban a las primeras personas que se reunían en la calle frente a la sede de los
partidos para esperar el veredicto a favor. Veían las primeras banderas que ondeaba seguros
de que a las 20 horas estaría llena la calle para escucharlos, cuando recibieron la alarmante
información. Sus caras se transfiguraron y pasaron a llenarse de preocupación. Inquietos se
comunicaron con el responsable del órgano electoral central y éste, también preocupado y
sorprendido corroboró la información y propuso una reunión urgente de los partidos, pues
seguían llegando las actas con cero votos.
A las ocho de la noche, el presidente del órgano electoral anunció que, por cuestiones
técnicas, no era posible brindar los datos de los primeros resultados y que lo harían dos
horas después. Para ese momento la catástrofe era total. Se ordenó a los medios no
informar de ello y ceñirse a lo que había declarado el presidente del órgano electoral. Los
partidos se reunieron y, su primera reacción fue de culparse entre ellos. La derecha se fue
con todos sus reclamos en contra de la izquierda acusándolos de promover un complot
contra el proceso electoral, amenazando con pronto presentar las evidencias de lo que será.