Di´arina y de Maíz

Arturo CEJA ARELLANO

Con la llegada de nuevos partidos políticos y con la aparición de candidatos independientes, históricamente se ha inflado el padrón de aspirantes a las diversas candidaturas en disputa, principalmente en lo que se refiere al PRI, PAN y PRD. Los demás partidos andan ofreciendo tales candidaturas, como los que venden chicles por las calles, a ver quién le entra; pero mire usted, pocos son los aventurados que se animan a levantar la mano y más arriba el dedo.

En partidos fuertes como el PRI la traición, la intriga, la mentira y el favoritismo son los que están a la orden del día, lo que de alguna manera obliga a que surja el resentimiento, el rencor y obviamente, de nueva cuenta la desbandada.

En el PAN continúa la disputa de igual forma. Y en el PRD se están yendo sus figuras y con ellas sus simpatizantes y amigos.

Se infla el padrón de MORENA; pero muchos son los que salieron del PRD y no han mostrado su simpatía o adhesión a otros partidos.

Lamentable, muy lamentable que el Partido Revolucionario Institucional se deje guiar por favoritismo y compadrazgos, pues ha dejado fuera de la distribución de candidaturas a gente muy valiosa, como la figura del licenciado Luis Alberto Montaño García en La Piedad. Le tocaba ser candidato a diputación federal de la legislatura que está por concluir, pero “se disciplinó” para que llegara Adriana Hernández Íñiguez, quien ganó y parecía que obligaba la unidad del priismo zamorense, lo que finalmente no ocurrió.

Montaño fue premiado con la dirección estatal del Registro Público de la Propiedad. Ya había hecho un excelente papel como visitador de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, donde se ganó a pulso el reconocimiento y simpatía de miles de personas que habitan, desde la región cañera de Los Reyes, la Ciénaga de Chapala, el Valle de Zamora, el Bajío de La Piedad y la Ciénaga de Zacapu, porque mostró ser un hombre recto y honesto a carta cabal.

Se creía que era la figura ideal para contender por la alcaldía de La Piedad, pero ya luego se dijo que iría a la diputación local de ese distrito que es el 01. Sin embargo, se decía que sería él quien abanderara el PRI para la diputación local, porque Adriana iría por la alcaldía piedadense.

¡Ah, no! nada de eso ocurrió y finalmente pudo más Alipio para colocar a su gente en busca de recuperar la alcaldía de esa rebocera ciudad, lo que obligó a que Adriana apareciera finalmente como aspirante a la diputación local.

Ya el tiempo nos dirá qué onda. Lo que sí es cierto, es que se ha cometido un enorme error con Luis Alberto Montaño, una persona muy querida y reconocida en los lugares que ya mencioné. Hay sido muy, pero muy ingratos con él, no obstante a que se ha disciplinado cuando se lo han pedido.

Los que repiten reto son: Antonio Chávez Cacho y el ex titular del Colegio de Bachilleres de Michoacán, Mario Magaña, quienes ya han sido alcaldes de Jacona y Zacapu respectivamente. De nueva cuenta buscarán llegar a la alcaldía por el PRI de sus amores.

Aquí en Zamora el galeno José Carlos Lugo superó los obstáculos y aprovechó a su buen padrino para colocarse como aspirante a la alcaldía de Zamora por el PRI. Mucho,

pero mucho será lo que tenga que hacer para calmar las turbulentas aguas, porque la mayoría de los priistas con voz y voto, nomás no lo quieren; el rechazo es total.

Y como que no quieren tampoco a Nohemí Ramírez, candidata a la diputación local, quien aprovechó a la perfección que el partido tricolor reservó para una mujer tal distinción, dejando fuera a varios hombres que ya se sobaban las manos.

A Rosa Alicia Álvarez se le respeta, porque ella ha sabido respetar a los demás, sin meterse en honduras, ni cuando fungió como presidenta del Comité Municipal del PRI Zamora. Ahora va por la diputación federal, luego de permanecer como delegada regional de la Secretaría de Turismo. Usará, sin lugar a dudas, el nombre y la popularidad de su hijo, el futbolista zamorense Rafael Márquez Álvarez.

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