Los otros responsables del crimen organizado

Cuando tocamos el tema del crimen organizado de inmediato viene a nuestra mente la incapacidad del Gobierno federal y su ineficacia en el combate, los miles de muertos que nos ha costado esta batalla y las grandes cadenas corruptivas al interior de las corporaciones federales. También podemos pensar en la putrefacta herencia que el PRI nos dejó en este rubro e incluso podemos señalar a los Estados Unidos como obligado solidario en el problema, en realidad al día de hoy no hay para dónde mirar, el escenario es turbio y catastrófico.

Ahora bien, dentro de este cruel panorama donde la responsabilidad cae prioritariamente en el Gobierno hago la siguiente reflexión: ¿qué tan responsables son los pequeños consumidores de droga en nuestras ciudades?. Todos conocemos a alguien que consuma algún tipo de droga, quizás por discreción o simplemente porque no es nuestro asunto no lo comentamos y mucho menos pensamos en denunciarlo, me atrevo a decir que todos porque el número de consumidores ha aumentado significativamente y aritméticamente es muy poco probable que alguien no conozca a algún otro que se drogue. Las personas que consumen –inclusive pequeñas dosis de forma personal, quiero decir, que no la comercializan o revenden son también responsables en primera instancia de la caótica situación que vive nuestro país, si analizamos la cadena ¿con qué nos encontramos?, con que alguien les vende la droga, ese alguien se la compra a otro alguien y así sucesivamente podríamos llegar hasta el productor inicial, esta cadena comercial forma parte de lo que hoy nos tiene sumidos en una verdadera guerra civil.

Todas estas personas que consumen también se quejan del Gobierno y de las muertes y de todo lo que nos quejamos los que no consumimos, porque son igual a nosotros con la diferencia que quienes ingieren drogas tienen una dependencia con algún sector de crimen organizado; decir que México es únicamente paso de drogas es un mito porque nos hemos convertido en un país con altos índices de consumo.

A estos otros responsables el crimen organizado nadie los señala, no salen en los noticieros ni aparecen en las columnas de los periódicos, se puede tratar de gente común o importante política y mediáticamente hablando, puede ser el policía, el tendero, el amigo, el primo, el vecino, puede ser cualquiera a nuestro alrededor y no hay forma de denunciarlo o detenerlo, la adicción establece códigos de discreción y complicidad entre ciudadanos aparentemente decentes y criminales. No sólo es responsable de la criminalidad el que la produce o el que la vende, también el que la consume y a ese sector no se le pone atención alguna, esa parte de la sociedad está agrandando el nivel de putrefacción y al mismo tiempo se queja igual que todos sin calidad moral alguna, este es un severo problema que verdaderamente no tiene rostro, un enemigo que está en todas partes y contra el que no podemos luchar, ¿qué hacer en este caso? la respuesta no la tengo después de mucho pensar.

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ SOSA

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