No a la maldad, sí al amor y a la solidaridad para construir la paz: Mons. Carlos Garfias No a la maldad, sí al amor y a la solidaridad para construir la paz: Mons. Carlos Garfias

22:06:06 / 18/02/2018

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En su mensaje, Mons. Carlos Garfias, hizo una invitación a todos los fieles
católicos a prepararnos en este tiempo de Cuaresma, para la “gran celebración de
la Pascua del Señor, que actualiza la muerte y Resurrección de Jesucristo”.

Mons. Garfias expresó que “este tiempo especial de gracia”, es propicio
para transformar la situación actual de violencia e inseguridad que se vive en
nuestro país, “realizando juntos experiencias significativas de perdón y
reconciliación, de conversión sincera en la construcción de la paz”.

El Sr. Arzobispo ha reiterado su preocupación por el recrudecimiento de la
violencia e inseguridad en el país, lo que ha generado en algunos ciudadanos la
pérdida de credibilidad en la instituciones encargadas de brindar leyes y
protección a los ciudadanos, por lo que ha hecho un llamado a privilegiar y
eficientar los procesos de impartición de justicia, e instó a las autoridades a
realizar las investigaciones pertinentes para llegar a una respuesta favorable y
contundente basada en la verdad y en la justicia.

Con respecto a las declaraciones de la Lic. Julieta Appendini, Directora de
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) México, del pasado 15 de febrero en rueda
de prensa, en que afirmó que Michoacán ocupa el segundo lugar en muerte de
sacerdotes, Monseñor Garfias, aseguró que los datos proporcionados por
Appendini son datos estadísticos, y negó que la Iglesia sea víctima de persecución
religiosa.

Así mismo, Mons. Garfias Merlos hizo un llamado a que los ciudadanos
podamos ser partícipes en la Construcción de Paz, “la Cuaresma es tiempo de
escucha y de diálogo como herramientas para el encuentro, el perdón y la
construcción de la paz”, ya que “todos somos corresponsables de que podamos
transformar la violencia e inseguridad en una oportunidad de encontrar el camino
de la armonía, la seguridad y la paz siendo solidarios y caritativos” imitando a
Cristo “siervo de Dios y de los hombres, -que- con sus enseñanzas y, sobre todo,
con su testimonio nos ofrece un camino para la conversión y la transformación de
vida, conforme a lo que Cristo nos exige”.